Confrontación con la docencia

Hola a todos, para ésta actividad quiero contarles primeramente, que estudié Ingeniería en Sistemas Computacionales en el ICN de la ciudad de H. Matamoros, mi lugar de origen. Antes terminé el Bachillerato como Técnico en Electrónica en el Instituto Tecnológico de aquí mismo, a partir de lo cual empecé a trabajar como tal en una maquiladora, al menos 4 años, hasta salir de Universidad y empezar a desarrollarme en el campo de Sistemas de Información donde me mantuve por otros 9 años. A partir del 2001, la industria maquiladora sufre una crisis por los atentados a las torres gemelas en USA, hay que recordar que la industria maquiladora es mayormente originaria de ese país; esto generó que en uno de tantos recortes de personal yo fuera afectado, entonces detecté la oportunidad de emprender un negocio propio de reparación y venta de computadoras, negocio que aún atiendo.
Hace algunos años ya participaba en la docencia en la Universidad Valle del Bravo, pero no fue muy gratificante ver la falta de equipo para impartir clases de computación. Fue en el 2005 cuando mi cuñada que ya daba clases en el CBTIS 135, me comentó que necesitaban a un docente con experiencia en el campo de sistemas, de forma tal que entregué mi currículum y empecé a dar clases de inmediato.
Considero que tengo el privilegio de estar donde estoy, dando clases, que es una actividad muy reconfortante, retadora, de intenso aprendizaje continuo, que me da la oportunidad de descubrir cosas nuevas en lo personal y profesional, cada día que pasa, y este curso no es la excepción. Dos cosas tengo claras de hace mucho tiempo, la capacitación y el compartir mis conocimientos con otros son parte fundamental y transcendental para cualquier propósito que tengas en esta vida.
La docencia me ha permitido experimentar paciencia, enojo, satisfacción, realización, desesperanza, liderazgo, autoridad, desencanto, incredulidad, asombro, eso y muchos sentimientos más que creo que son válidos, y que nos sirven para ir mejorando en nuestra actividad.
En esta etapa de la vida de los jóvenes, se desarrollan enormes cambios en su personalidad que los convierte en un torbellino de emociones que afectan la forma en la que aprenden, comprenden, estudian, es decir, afectan su vida escolar. Esta afectación es la que debo tener presente cuando estoy frente al grupo, y estar atento a cada movimiento, gesto, actitud del grupo para saber cuál es la mejor manera de abordar la clase ese día; anteriormente, en otra participación hablaba de improvisación, ya que es la mejor manera de cambiar cuando sea necesario y evitar que se vuelva un monólogo del profesor cada sesión de clase. Otra característica que me agrada al estar dando clases en esta etapa de vida de los estudiantes, es la energía que ellos comparten con sus profesores y que me considero abierto a contagiarme de ella para tratar de estar en esa sintonía con ellos.
Pienso que puedo mejorar bastante y eso ya es un reto y una satisfacción, ya que cursos como estos nos abren la puerta a nuevos conocimientos, lo cual me ayudará a conseguir mejores resultados en lo que hago, y a su vez, esto me dará mayor satisfacción convirtiéndose en un círculo virtuoso. Gracias.

Cualquier comentario es bienvenido.

Antonio Resendez